Tres jóvenes Luna Folleco, Layla Zuñiga y Linda Mora, han decidido donar al Señor un tiempo para servir a niños, niñas y adolescentes en nuestras casas salesianas. Agradecemos su disponibilidad, entrega y deseamos que el buen Dios les recompense todo el bien que harán en su nombre.
Compartimos con ustedes las palabras de la voluntaria Linda, quien en nombre de sus compañeras agradece a las hermanas de la casa provincial por permitirles compartir estos días de formación, antes del envío.
En este link puedes ver la celebración del envío misionero:
https://www.youtube.com/watch?v=9ZIYn14pbsk
CARTA DE DESPEDIDA
Querida comunidad, me refiero a cada uno de ustedes
Qué desde que llegamos han estado presentes,
Nos han compartido sus historias
Nos han enseñado que es la verdadera gloria,
Y ha llegado con precaución este día
En el cual hemos de partir hacia aquella vida,
En la cual por un definido tiempo
Trataremos de seguir su ejemplo,
no se muy bien como expresar nuestro agradecimiento
pero espero que al menos estas palabras no se las lleve el viento,
porque, aunque aquí en Bogotá hace frio
todo en esta casa nunca se siente vacío,
siempre hay alguien
sor Magda siempre estas tu,
siempre va a ver en quien apoyarse
quien se preocupe por nuestro tour,
así es, este que estamos recorriendo
el sendero que vamos siguiendo,
aquello en lo que vamos a dar todo nuestro esfuerzo
y gracias a ustedes es que sabemos como hacerlo,
Mírense cara a cara, ya que tiene la fortuna
Vean el esplendor que emiten bajo la luna,
Y es que sus sonrisas y sus buenos días
Son los que nos ayudan a levantarnos y nos dan energía,
Es solo observar que cuando nos reunimos en el comedor
Todos nos saludamos con gran fervor,
Aquí habita la luz de una vela
Aquí habita el significado de grandeza,
Lo que vendrá a nuestra mente
Sin el mayor esfuerzo constantemente,
Serán los abrazos y su alegría
Que nos brindaron en nuestra estadía,
Se que en muchas cosas somos distintas
Claramente nuestro pensar no coordina,
Pero respetamos lo que nos dicen
Pero aceptamos cada consejo que emiten,
Porque es que mientras nosotras nos asomamos a ver donde caemos
Ustedes se asoman y ven hacia el cielo.
Estar en cada espacio de esta sede
Es como sentarse a ver la nieve,
Cada copo blanco y puro
Siendo especiales a su manera como Saturno,
Y es que son iguales a las flores de la terraza
Son cada cimiento que sostiene esta casa,
Son las ventanas que siempre están abiertas al cambio
Son aquellos que nos acogieron como si fuéramos hermanos,
A donde sea que nos manden
Siempre querré volver,
porque, aunque ustedes no son de mi sangre
hicieron todo por parecer,
una familia unida y feliz
una comunidad que siempre tiende la mano en un día gris,
aquellos que te dicen que eres buena
aquellos que te agradecen sin que tu lo merezcas,
Yo entiendo que para la santidad se necesitan muchas cosas
Entiendo que todo debe ser siempre manos a la obra,
Pero con el simple hecho de que ustedes llevan felicidad
Pero con el simple hecho de que ustedes su vida quisieron entregar,
Para mi es mas que suficiente
O eso pienso realmente,
En las noches se escucha el silencio
Pero de aquel que suena suave como el viento,
Como cuando te sientas a la orilla del mar
Como cuando vez que hay mucho mas allá,
Y es eso que te llena de tranquilidad
Aquello que no vez, pero tiene autenticidad,
Y cuando escuchas uno que otro ruido
Es porque alguien viene de la mano contigo,
Dios esta aquí con vosotros
Y es el que hace que esto sea poderoso,
Como aquello que sorprende y admira
Como aquello que es arte y pura rima,
probablemente yo no sepa que es el amor
probablemente no se lo pueda brindar al mundo entero,
pero si se que es sentirse amada
y eso lo conseguí estando en esta comunidad salesiana.
Linda Mora