Durante todo el año hemos gozado viendo el paso a paso de cada joven, tejiendo nuevas relaciones y abriéndose al amor de Dios que los abraza y quiere quedarse con ellos en los lazos de amistad que crearon como grupo, en la búsqueda a su preguntas más profundas, en la desesperación y en cada una de sus familias… Dios está presente en las personas y nos regala su amistad.
En Jesús descubrimos el AMIGO QUE NUNCA FALLA