Estamos llamadas a ser Comunidades Vocacionales que testimonian la alegría y la belleza de la llamada de Jesús. C.960
La vocación es un Don que Dios regala, de manera particular a los jóvenes que con generosidad quieren vivir su proyecto de amor en la entrega total a los demás y por lo tanto hay que cultivarla como la semilla que se siembra y necesita de todos los cuidados para que crezca y dé frutos.
También hoy, muchas jóvenes siguen encontrando en Madre Mazzarello y en Don Bosco un modelo de arriesgada respuesta a la invitación de Jesús: ¨VEN Y SÍGUEME¨ Una joven como tú, también puede descubrir que DIOS le HABLA en su vida personal y en la realidad que vive hoy.
Nosotras Hijas de María Auxiliadora (Hermanas Salesianas) vivimos el amor creativo de Dios en comunidades fraternas, reflejando con nuestra vida la alegría de entregarnos por completo al Señor a través de la educación de niños y jóvenes especialmente los más necesitados.
La formación inicial tiene una gran importancia y por eso se viven varias etapas que permiten realizar un proceso formativo abierto y consciente.
Es un tiempo de conocimiento de la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora de discernimiento para poder responder libremente y con mayor claridad a la propia vocación a la que el Señor llama a la joven.
Es un tiempo de conocimiento de la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora de discernimiento para poder responder libremente y con mayor claridad a la propia vocación a la que
el Señor llama a la joven.
Es un periodo de preparación al Noviciado donde la joven profundiza el llamado de Dios en su vida, realizando serenamente las rupturas evangélicas que le permitirán el encuentro auténtico personal con Cristo y su entrega a los hermanos.
Durante este tiempo formativo la joven hace la experiencia de vivir como Hija de María Auxiliadora y vive una relación profunda y transformadora con el Señor para configurarse con él, hasta llegar a ser y actuar como él, con docilidad al Espíritu.
Comprende todo el periodo de votos temporales. Una vez pronunciada la primera profesión religiosa, la hermana se prepara durante seis a nueve años para los votos perpetuos que es su paso definitivo como pertenencia al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Tienen con cierta regularidad encuentros formativos e insertas en una comunidad viven la acción apostólica.
La Hija de María Auxiliadora dócil al Espíritu Santo, vive cada momento de su existencia como experiencia del amor de Dios y oportunidad para realizar en plenitud su propia identidad de Hija de María Auxiliadora” (art. 100). La hermana perpetua es consciente de que su vocación consagrada
salesiana le exige una autoformación continua.
La comunidad de las FMA Provincia Nuestra Señora de Chiquinquirá es una comunidad educativa que educa y se educa en el encuentro y acompañamiento de niñas, niños y jóvenes de clases populares, mediante una educación con proyección evangelizadora, social, comunicativa e intercultural, inspirada en el sistema Preventivo de Don Bosco y Madre Mazzarello.